Un informe compara los precios de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Rondan entre los 120 y los 340 pesos.
Está claro que helados hay muchos, de distintas calidades y de distintos precios. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con el asado. Pero a la hora de darse un gusto, el argentino promedio, hoy con el bolsillo ajustado, debe saber que un kilo de helado en una heladería porteña ya cuesta lo mismo que un asado para seis personas.
Así se desprende de un informe elaborado por el diario BAE Negocios, que recogió datos de varias heladerías de Capital Federal y Gran Buenos Aires.
En la cadena Saverio, un kilo cuesta 340 pesos. Lo mismo que sale comprar 3 kilos y medio de asado en los supermercados COTO, señala el artículo.
Claro que de ahí para abajo hay decenas de opciones con distintos niveles de precio y calidad.
Proveniente de la Patagonia pero ya instalada en Buenos Aires, la cadena Jauja tiene el kilo a $320, incluido el delivery. En Freddo está $310 y en Volta $295 en mostrador y $30 más con el envío. La cadena Cadore lo vende a $290 (si se imprime un volante en Facebook hay un cuarto de regalo); en Chungo cuesta $280 ($20 más si es con delivery); mientras que en Persicco vale $270, pero llevando más, es más barato: dos kilos $350 y tres a $490.
Así y todo, el consumo de helados per cápita creció exponencialmente en los últimos diez años: hace una década era de 3,5 kilos y hoy alcanza los 7 kilos. Pero a pesar de ello, desde la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA) señalan que hubo una baja en la rentabilidad que en el último año cayó un 12 por ciento.
Los altos costos de la mercadería, los aumentos de tarifas, el pago al personal, el aumento de los alquileres. Todo conspira para que los precios se eleven. Y un dato no menor a tener en cuenta: muchos comercios decidieron ponerle un precio al servicio de delivery, a un costo de entre $10 y $30.
Para bolsillos apretados, también hay opciones. Son varias las cadenas que se dedican a un segmento más popular, tanto en Capital como en Gran Buenos Aires. Todas compiten con buenos precios y tentadoras promociones.
La cordobesa Grido, por ejemplo, vende el kilo a $130, pero hay una variedad de promociones. Ofrecen dos pizzas de muzzarella, un kilo de helado y cuatro Grido tops a $180.
Apenas más elevado en precios está la cadena Sei Tu: $145.
Nicolo es otra de las cadenas cuya presencia en la ciudad crece a un ritmo vertiginoso. Con pequeñas bocas de expendio y un personal acotado, venden el kilo de helado por $120.
La heladería Gusel, ubicada en Ituzaingó, vende el kilo a $70. Mientras que la cadena Iceland, nacida en Luján, pero con presencia en Capital Federal, tiene precios diferenciados según la zona geográfica: «Vendemos el kilo de helado a $230, si es en el Gran Buenos Aires, y a $260 si es en Capital. La razón es simple. Los valores de los alquileres son bastante diferentes entre una zona y otra. Abrir un local en el centro nos cuesta entre un 25% y un 30% más», explicó al diario BAE Gustavo Sclavo, uno de los dueños de la cadena.
Desde la Cámara AFADHYA, que nuclea a 2.000 heladerías artesanales de todo el país, sostienen que les ha sido duro afrontar los aumentos de luz, agua y el 36% de aumento que debieron pagar a sus empleados, sin contar las sumas no remunerativas. No obstante, aseguran que aún no hubo cierres de locales, pero el panorama es desalentador.
Gabriel Fama, dueño de Cadore y presidente de AFADHYA, explicó: «Por la baja rentabilidad, los heladeros ya empiezan a preocuparse por el invierno que se viene. El rubro está atomizado por las promociones que subsisten en detrimento de la calidad. Es fácil, no se le puede pagar menos a un empleado, pero podemos quitar gente. Todo eso es en detrimento de la calidad. Un litro de crema cuesta $80. Nada es mágico».
Infobae