Lautaro Sabio, que cumplió el sábado 15 años y estaba internado en el Hospital Italiano a la espera de un urgente trasplante, recibió el corazón que necesitaba y ya se recuperaba de la operación
«¡Donde estén, gracias!», dijo emocionada la mujer dirigiéndose a quienes donaron el órgano que su hijo necesitaba urgentemente para seguir viviendo.
En declaraciones televisivas apenas concluida la intervención, Caggiano agradeció al cirujano que la encabezó: «Es un ser extraordinario, hace 15 años que lo conozco», contó, ya que su hijo padecía una cardiopatía congénita.
«No tengo palabras para agradecerle, más allá de la medicina», porque «es una persona como hay pocas», aseguró emocionada la mujer.
Familiares y amigos unieron el sábado en caravana el Hospital Italiano y la sede del Incucai para divulgar la importancia de la donación de órganos.
Lautaro estaba en situación desesperante, en lista de espera del Incucai en procura de un órgano, desde que fue conectado a un corazón artificial hace una semana.
El chico nació con una cardiopatía y a los cuatro meses le colocaron el primer marcapasos; pasó por tres operaciones y fue en la última, a los 11 años, cuando le implantaron una nueva válvula mitral.
El estado de Lautaro era crítico y los médicos informaron que uno de sus riñones estaba fallando.
«Está muy muy grave. Cada día su situación empeora, está al límite», manifestó ayer la madre y agregó: «Le dije ‘feliz cumpleaños, hijo’… Quiero que hoy podamos regalarle su nuevo corazón, que podamos darle nuevamente vida».
En una carta abierta, escribió «Es un cumple distinto, sin torta, sin besos y abrazos, pero espero que sientas el inmenso amor que te transmito en cada mano que pongo sobre tu cabeza, tus pies, las palabras de amor y de aliento que susurro en tus oídos», escribió ayer su madre en una carta abierta.
Hoy, apenas concluida la operación, Caggiano agradeció a las personas que donaron el corazón que implantaron a su hijo, al médico que lo operó, el apoyo que recibió «de toda la comunidad» y «todo el amor» que le transmitieron a Lautaro.
También señaló que en el Italiano hay «tres chicos que necesitan un trasplante» y contó que se iba «a abrazar» a su otro hijo, que tiene tres años y le hizo «el aguante» durante la emergencia por la situación del hermano.