El centenario diario de los Mitre tomó arbitrariamente la decisión pese a las negociaciones que se encontraban en curso y tras fracasar con un intento de flexibilización.
La familia Saguier y los accionistas de La Nación tomaron este lunes la decisión unilateral de cerrar la planta impresora del diario, ubicada en la calle Zepita, en el barrio de Barracas, y despedir a todos los trabajadores.
Lo hicieron pese a las negociaciones en curso con el personal de la planta y el Sindicato Gráfico, y luego dispusieron impedir el acceso a la planta de cualquier empleado, para lo cual cuentan con apoyo policial, ya que la planta está sitiada por efectivos de las fuerzas de seguridad.
Previamente, los trabajadores habían denunciado una maniobra de flexibilización laboral.
La Federación Gráfica Bonaerense había advertido que existía un plan de “flexibilización laboral” por parte de la empresa con el objetivo cerrar los talleres de impresión del centenario diario.
En este contexto, el gremio indicó que la compañía buscaba reducir los salarios y tercerizar la impresión de sus publicaciones para “maximizar ganancias”.
“La empresa no está perdiendo, le dijimos que traigan los libros y no lo quieren hacer. Es una flexibilización laboral encubierta. Lo que no pudieron sacar por el Congreso, lo trata de hacer por empresas”, relató sobre la situación el delegado Dario Sosta, del gremio gráfico en La Nación.
Tras la confirmación del cierre, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) emitió un comunicado solidarizándose y apoyando a los trabajadores que son perjudicados por estas maniobras empresariales.
Este es el texto:
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires se solidariza con los trabajadores gráficos del Diario La Nación, representados por la Federación Gráfica Bonaerense, ante la gravísima situación planteada por la empresa, que amenaza con el cierre de la planta impresora y dejar un tendal de compañeros trabajadores en la calle.
Se trata de una decisión que parece estar articulada con otras similares adoptadas por los empresarios de medios periodísticos privados del país en los últimos años, y que ya provocaron miles de desocupados en el sector.
Despidos directos, retiros “voluntarios”, jubilaciones anticipadas, e incluso fugas empresarias son la figuras utilizadas contra los trabajadores y sus familias.
Tal los casos de cierres de diarios, plantas gráficas, agencias de noticias, revistas, radios y portales, afectando a trabajadores de prensa, gráficos, operadores y locutores de todo el país.
Muchos de estos empresarios argumentan crisis económica, pero en los casos de los grandes grupos, como Clarín o La Nación, se trata de cambios en sus estrategias de negocios de todo tipo, al amparo de un gobierno nacional que incluso practica la misma política en los Medios Públicos.
Nos ponemos a disposición de lo que definan los compañeros gráficos de LN junto a su comisión interna y su sindicato, para enfrentar en unidad del ajuste en los medios.
PN