A medida que llegamos a la mediana edad comienza a afectarnos la presbicia: la lente natural del ojo (el cristalino) pierde la elasticidad que permite que se adapte de manera rápida y automática para ver de lejos y de cerca. A partir del momento en que la persona empieza a notar que su vista falla, los anteojos se suelen transformar, más que en una compañía, en un karma permanente: molestan cuando están, pero también, y sobre todo, cuando no están.
LHasta las tareas cotidianas más simples se empiezan a complicar cuando la presbicia aparece, como diferenciar en la ducha las letras que dicen champú y acondicionador, o bien leer en el celular mensajes a todo momento. Y depender de los anteojos a cada instante –y no tenerlos a mano– se puede convertir en una verdadera complicación. “Esa suma de alteraciones en la calidad de vida son las que hacen que la persona llegue al consultorio buscando una solución”, explicó el doctor Robert Kaufer, especialista en Cirugía Oftalmológica y Director Médico de Kaufer Clínica de Ojos.
La primera solución con la que el especialista prueba en las personas con presbicia que no quieren depender de anteojos son las lentes de contacto –que no todos toleran– y, como último recurso, la cirugía. En este sentido, las intervenciones con láser para modificar la curvatura de la córnea son desde hace tiempo una opción, que puede permitir vivir sin anteojos más tiempo. Algunas de las tecnologías usadas permiten incluso darle a la córnea una función multifocal que permita ver por igual de lejos y de cerca. “Pero las últimas mejoras que se han dado en el campo de las lentes intraoculares multifocales hacen que hoy éstas sean la alternativa más adecuada y confiable para quienes pueden utilizarlas”, indica Kaufer.
Las lentes intraoculares requieren tecnología de última generación tanto para la intervención en sí como para los estudios de diagnóstico previos, que se realizan a fin de evaluar con suma precisión qué tipo de lente será el adecuado para que el paciente recobre toda la funcionalidad de su visión, de forma definitiva y permanente.