La formación de los educadores es el primer peldaño hacia la excelencia educativa. Dentro de ese marco, la UCA presentó un modelo innovador basado en cinco pilares. De qué se trata.
Las nuevas carreras tienen una duración de cuatro años (iStock)
Los nefastos resultados en las Pruebas Aprender reflejaron la pobre realidad en materia educativa. En matemática, por ejemplo, el 40,9% de los estudiantes de secundaria está por debajo del nivel básico, estatus que solo alcanza el 29,3%. Es decir que el 70,2% de los chicos no puede desenvolverse en un ambiente educativo superior. En tanto, en el área de naturales, el 36,3% tuvo el rendimiento más bajo, mientras que en sociales, el valor evidenciado fue del 41,1 por ciento.
En definitiva, un conjunto de especificaciones que demuestran el contexto preocupante en el que se halla el nivel educativo en Argentina. Números y porcentajes que invocan a la necesidad de nuevas estrategias para revertir el magro panorama hacia el futuro. Mientras en algunos sitios del país los niños son víctimas de una discusión que atañe otras aristas ajenas a la calidad educativa, la formación docente se instaló en el centro del debate.
Se trata del primer modelo integral de innovación en la formación docente en Argentina (iStock)
Los dispositivos de medición de aprendizajes son herramientas valiosas para lograr la calidad educativa y permiten construir, diseñar e impulsar políticas educativas con información veraz y confiable. Así lo consensúan los expertos en educación del mundo. También, son la guía fundamental que orientará la docencia en los años venideros.
A sabiendas de que la coyuntura involucra a todos los actores del sistema educativo, la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó un innovador proyecto. La institución inauguró de manera oficial los Profesorados de Educación Inicial y Primaria, que forman parte del primer modelo integral de innovación en la formación docente argentina. Un estilo que nació en 2012 a partir del modelo que implementó el Alverno College, escuela universitaria en Milwaukee (Wisconsin).
Estas carreras habilitan para la docencia en el nivel inicial o primario del sistema educativo respectivamente y, luego del adecuado ejercicio profesional, para ocupar cargos directivos en el nivel. Los alumnos que concluyan la etapa, pueden además acceder -mediante un ciclo de un año de duración- al título de Licenciatura en Ciencias de la Educación.
El objetivo es formar docentes que puedan enfrentarse a todos los retos del Siglo XXI (iStock)
El programa pedagógico desarrollado por el Departamento de Educación está basado en el modelo de Aprendizaje Inclusivo y Efectivo (AIE), que intenta garantizar la formación de un docente profesional con valores y capacidades para, trabajando en equipo, lograr que todos sus alumnos y estudiantes aprendan óptimamente en diversas situaciones culturales, sociales e institucionales. El nuevo modelo se basa en cinco pilares, aptitudes que formarán el currículum:
1- Comunicación: utilizar medios verbales, no verbales y de multimedia con el fin de estructurar y afianzar el aprendizaje generando un clima facilitador en diversos entornos.
2- Gestión efectiva: coordinar las acciones y utilizar los recursos de manera efectiva para apoyar objetivos y metas de aprendizaje.
3- Conceptualización: integrar el conocimiento de los contenidos con los marcos educativos y curriculares, y con una formación amplia de la formación general en orden a los procesos de planificación, implementación, evaluación y reflexión.
4- Diagnóstico: relacionar lo observado con los marcos conceptuales pertinentes con el fin de definir metas de aprendizaje y desarrollar un plan de acción.
5- Interacción inclusiva: actuar con valores y concepción ética profesional a la hora de la toma de decisiones adaptándose a las situaciones y necesidades cambiantes del contexto para facilitar el aprendizaje profundo de todos los elementos.
Esta iniciativa recibe el apoyo cooperativo de la Universidad estadounidense Alverno College (iStock)
El proyecto contempla una gestión que conjugue las aptitudes con tecnología, práctica, evaluación y tutoría. Además, otros puntos salientes se centran en la inclusión: desarrollo de una comunidad de aliados, con el financiamiento de becas para estudiantes de zonas desfavorecidas; una red de escuelas, concentrado en comunidades de práctica que recibirán a los estudiantes para realizar sus prácticas de observación y de clases; y nuevas líneas de evaluación y de investigación, que determinarán la producción del marco teórico y práctico del modelo con sus correspondientes evidencias.
La diversidad, para estos nuevos docentes, se constituye en una oportunidad para que todos aprendan muy bien y no en un obstáculo para la consolidación del derecho universal a la educación. «Es una especie de dar vuelta la clase tradicionales a las que estamos acostumbrados. De innovar, revisar las formas, no solo los contenidos, de aprender a ser docentes para nuevos ciclos», señaló la Directora del Departamento de Educación, Gabriela Azar.
Los alumnos saldrán formados para desarrollarse en aulas y distintos entornos socio-culturales
La clave está en formar un docente preparado para este contenido más complejo, teniendo que demostrar distintas habilidades y actitudes. «Se trata de elaborar, hacer cosas con lo que sabemos basado en fuertes valores humanistas. Y es importante porque estamos por primera vez desarrollando un modelo de integración social, que tome en cuenta incluir la tecnología, que entienda que las causas pueden ser diferentes a cómo las fuimos estudiando», amplió la docente.
El objetivo es formar docentes que puedan enfrentarse a todos los retos del Siglo XXI. «Es una apuesta pretenciosa en la cual con la misma condiciones de trabajo que todas las instituciones educativas de Argentina, tenemos el mismo currículum, tenemos la misma cantidad de horas, la misma base legal, sin embargo, encontramos una forma de armar una alternativa institucional que potencie esos contenidos de otra manera», apuntó al Coordinadora de Innovación Educativa del Departamento de Educación, Inés Aguerrondo, que concluyó con un deseo esperanzador: «Ojalá que dentro de cuatro años, cuando egrese nuestra primera camada de profesores de nivel inicial y de nivel primario, podamos decirles: ‘cumplimos'».
Infobae