La oposición logró 147 votos a favor del proyecto. El interbloque de Cambiemos participó de la sesión pero se abstuvo. El jefe de Estado tiene 10 días para oficializar el veto, que ya había sido anunciado.
Tras una sesión de casi 18 horas, la Cámara de Diputados convirtió en ley el cepo laboral por 147 votos a favor, tres en contra y 88 abstenciones. A la salida del debate, el oficialismo ratificó que el presidente Mauricio Macri habrá de vetarla en las próximas horas.
La ley sancionada prohíbe los despidos por 180 días. En caso de que la cesantía igual se produzca, ordena que el trabajador pueda optar entre ser reincorporado a su puesto o cobrar una doble indemnización.
El kirchnerismo y el Bloque Justicialista de Diego Bossio lograron finalmente la sanción del proyecto luego del fracaso de la sesión especial convocada la semana pasada con el mismo objetivo. Para juntar los votos, debieron recurrir a un acuerdo con el oficialismo: Cambiemos decidió abstenerse en la votación y facilitar la sanción del proyecto para terminar de una vez con el debate de los despidos y dejar de pagar el costo político de que el tema siguiera en la agenda pública.
La jugada dejó en una posición incómoda a Sergio Massa. La semana pasada, el interbloque Unidos por una Nueva Alternativa (UNA) no ayudó con el quórum y la sesión especial convocada por el resto del peronismo terminó por caerse. El ex candidato presidencial creyó que lograría entonces el respaldo para su propio proyecto de ley antidespidos, que incluía un paquete de medidas para las PyME con un fuerte costo fiscal.
Con su abstención, Cambiemos ayudó no sólo a aprobar el proyecto del Senado, sino también a bloquear la iniciativa massista, que hubiera tenido un costo mucho mayor para el Estado. Massa quedó entonces en una encrucijada: ser el único bloque en votar en contra de la ley antidespidos o acompañar un proyecto cuyo debate había impedido la semana pasada. Finalmente terminó por inclinarse por la última opción.
Los discursos de cierre
Graciela Camaño, del Frente Renovador, no disimuló su disgusto al admitir que «se va a votar una mala ley que luego será vetada». En ese sentido, consideró que los legisladores formaron parte de «una sesión testimonial, porque el resultado está cantado».
A propósito, cuestionó al Presidente: «El preanunciado veto de Mauricio Macri es una actitud poco democrática. Debió mantenerse en silencio».
Finalmente, Camaño afirmó que el Frente Renovador ha «construido el mejor dictamen», pero, sabiendo que este no prosperará, criticó la estrategia del Gobierno: «Lamentamos el juego de abstenciones, sentados y escapados que no nos permite construir con lealtad un tema tan importante».
Luego fue el turno del jefe del bloque del Frente para la Victoria, Héctor Recalde. El diputado agumentó que «no buscamos la doble indemnización, sino la reinstalación en el puesto de trabajo. Cuidemos el empleo y los trabajadores».
HÉCTOR RECALDE: «SI MACRI VETA, ÉL TENDRÁ EL VETO DE LOS TRABAJADORES»
Recalde insistió con que «queremos la ley porque hay muchos obreros en la calle» y consideró que a partir de la aprobación del cepo laboral «tiene que haber un mensaje para los empleadores».
Por último, el diputado kirchnerista también se dirigió al Presidente y le advirtió: «Le pido a Macri que no la vete y conversemos para ver otro remedio, porque si la veta, él va a recibir el veto de los trabajadores».
En tanto, el diputado por la Unión Cívica Radical por Córdoba, Mario Negri aseguró que «este es un problema que arrastramos en la Argentina. Hay una combinación de problemas estructurales en el país porque la entrada y salida del mercado laboral no acompaña el crecimiento del número de trabajadores».
MARIO NEGRI: «NADIE SE DIO VUELTA. NOS ABSTENEMOS PERO RESPETAMOS A LOS DEMÁS»
Luego expresó que «hay problemas en la economía pero este gobierno lleva cinco meses no cinco años y están focalizados. Creemos que no es eficaz la medida con el tamaño del problema».
Más tarde señaló: «No discuto números, quiero reconocer el problema. El Estado destartalado no puede resistir. Le dijeron que soplara la vela de la torta y era una bomba. Falta muchísimo y el Gobierno tiene un frente de tormenta y debe resolverlo».
Para finalizar explicó la posición del bloque oficialista: «Hay cinco dictámenes y uno solo, que es el del oficialismo, no queremos la doble indemnización. No hay ningún proyecto que podemos acompañar. Nadie se dio vuelta. No vamos a participar pero dimos debate y dimos quórum. No traicionamos a nadie. Nos abstenemos pero respetamos a los demás».
Infobae