Se trata de Florencio Entraigas, de 71 años, quien fue condenado en 2013 por abusar de la víctima en la terapia intensiva del Hospital Municipal.
Entraigas había sido condenado a 8 años y medio de prisión por «abuso sexual agravado» y cumplió su condena en la cárcel de Villa Floresta.
El caso se presentó como la palabra de un empleado en contra del otro. La de la enfermera que la noche del 21 de septiembre pasado, al retornar a su sector, encontró a Entraigas “con los pantalones y la ropa interior bajos, encima de una paciente desnuda y con el pañal abierto”, y la del hombre que le dijo a su colega que “sólo la estaba higienizando”.
Al ser descubierto, el hombre se bajó de la cama e intentó taparse los genitales, según el testimonio de la enfermera, que le recriminó su actitud y él no supo qué responderle.
La madrugada siguiente, la convocaron del hospital para hacer la denuncia ante la comisaría de la Mujer y la Familia y citaron al enfermero.
Entraigas, que además era cerrajero, no registraba ningún antecedente ni problemas de conducta y estaba a pocos meses de jubilarse.
Fue detenido recién un mes después de la denuncia, el 22 de octubre, luego de que las pericias químicas determinaran que había semen en la vagina y el ano de la víctima, como también en la ropa de cama que la mujer, afectada por un ACV, usó mientras estuvo internada.
La mujer, una de las dos pacientes que aquella noche Entraigas tenía a su cargo, permaneció internada, inconsciente, dos semanas más después del hecho y luego fue derivada a un hospital del sur del país.
Se trata de Florencio Entraigas, de 71 años, quien fue condenado en 2013 por abusar de la víctima en la terapia intensiva del Hospital Municipal.
Entraigas había sido condenado a 8 años y medio de prisión por «abuso sexual agravado» y cumplió su condena en la cárcel de Villa Floresta.
El caso se presentó como la palabra de un empleado en contra del otro. La de la enfermera que la noche del 21 de septiembre pasado, al retornar a su sector, encontró a Entraigas “con los pantalones y la ropa interior bajos, encima de una paciente desnuda y con el pañal abierto”, y la del hombre que le dijo a su colega que “sólo la estaba higienizando”.
Al ser descubierto, el hombre se bajó de la cama e intentó taparse los genitales, según el testimonio de la enfermera, que le recriminó su actitud y él no supo qué responderle.
La madrugada siguiente, la convocaron del hospital para hacer la denuncia ante la comisaría de la Mujer y la Familia y citaron al enfermero.
Entraigas, que además era cerrajero, no registraba ningún antecedente ni problemas de conducta y estaba a pocos meses de jubilarse.
Fue detenido recién un mes después de la denuncia, el 22 de octubre, luego de que las pericias químicas determinaran que había semen en la vagina y el ano de la víctima, como también en la ropa de cama que la mujer, afectada por un ACV, usó mientras estuvo internada.
La mujer, una de las dos pacientes que aquella noche Entraigas tenía a su cargo, permaneció internada, inconsciente, dos semanas más después del hecho y luego fue derivada a un hospital del sur del país.