En los últimos días la tasa que mide el rendimiento de los bonos a 10 años en EEUU pegó un fuerte salto, superando el 1%. Está en los niveles que tenía antes de la pandemia.
Algo muy importante pasó la semana pasada en Wall Street. Y las consecuencias pueden definir lo que pase con las acciones, el oro y el bitcoin en 2021.
El mercado vive en una euforia total y todas las miradas están puestas en bitcoin, Tesla y en acciones de sectores con grandes relatos, como las energías renovables o la marihuana. Pero lo realmente importante está en otro lado.
Lo que pasó en los últimos días es que la tasa que mide el rendimiento de los bonos a 10 años en EEUU pegó un fuerte salto, superando el 1% y alcanzando los niveles que tenía antes de la pandemia:
Que suba la tasa de interés es lo mismo que decir que baja el precio de los bonos. Lo que nos muestra la tasa es que el mercado empieza a pedir que le paguen más por aceptar deuda de los EEUU.
¿Y por qué está ocurriendo esto? Porque Wall Street espera un fuerte aumento en la inflación para los próximos años en EEUU. Este es el gran hecho de la semana pasada que pasó casi inadvertido: cambiaron dramáticamente las expectativas de inflación futura.
Primero, lo que tenemos que tener en claro, es que el disparador de este salto en la tasa de interés fue la victoria de los demócratas en las elecciones para Senadores en el estado de Georgia, lo que les aseguró a los demócratas mayoría en ambas cámaras. Esto puede ser trascendental para los próximos años.
¿Por qué? Porque ahora los demócratas controlan los poderes Ejecutivo y Legislativo, lo que en pocas palabras significa que van a inundar de dólares la economía estadounidense.
Por eso, es esperable ver, en los próximos años, gigantescos paquetes de estímulo fiscal, incluso mayores a los vistos durante 2020.
Y en un escenario de mínima, es al menos esperable, que el nivel de gasto del gobierno federal continúe como hasta ahora.
Pero el gran problema es que EEUU tiene un brutal déficit fiscal, que explotó con la crisis del Coronavirus, por lo que va a necesitar emitir enormes cantidades de deuda para financiar ese gasto.
Actualmente, según la última medición el déficit fiscal está en 3,3 billones de dólares (trillions para los estadounidenses):
Y, como si fuera poco, la deuda del Gobierno Federal explotó por el aire:
Por otro lado, la Reserva Federal tuvo que imprimir dólares a más no poder para poder financiar esta fiesta:
Hasta ahora, la medición de la inflación no está mostrando aceleración en gran parte por la enorme caída del petróleo.
Sin embargo, en las últimas semanas, tanto los alimentos como la energía subieron con mucha fuerza, agregando presión para que la inflación pueda crecer.
El mercado ha tomado nota de esto y lo podemos ver en las expectativas de inflación futura, que superan el 2%:
En este punto, la Reserva Federal va a estar en una encrucijada:
1) Si decide dejar que suban las tasas de interés, los problemas de financiación del gobierno se agravarán, pues aumenta exponencialmente el dinero que necesitará para financiar el déficit y las deudas que tiene. Para peor, las valuaciones de las acciones y los bonos se verían negativamente afectadas.
2) Si interviene artificialmente para mantener las tasas de interés bajas, las tasas de interés reales van a colapsar y el valor del dólar se desplomaría (esta es la llamada “Yield curve control” que no sería más que emitir para comprar bonos y “evitar” que caiga su precio/suban las tasas implícitas). En este caso sería esperable una suba fenomenal del oro.
En definitiva, vienen tiempos difíciles en EEUU. Y el final, sea cual fuere, no será agradable.
Para terminar, les quiero compartir algo que les va a ser de mucha utilidad. Preparé un informe especial para los lectores de Ámbito Financiero, 100% gratis, con 10 acciones de empresas que creo pueden tener un gran rendimiento en 2021. Algunas ya empezaron a subir con fuerza.
No se lo pierdan. Van a encontrar muchas ideas que no verán en otra parte. Se pueden descargar el informe en este link: Carta financiera – acciones para 2021.
Ambito
Miguel Boggiano