Las petroleras finalmente subieron ayer entre un 9% y un 12% las naftas y el gasoil. Según analistas, la repercusión que tendrá en el índice inflacionario nacional será en torno a los 0,5 punto porcentuales.
Para Gabriel Zelpo, economista jefe de Elypsis, el impacto de este incremento estará dividido entre octubre (de 0,1 a 0,15 punto) y noviembre (lo que reste). El cálculo de su consultora señala que para Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, el alza sumará 0,32 puntos a la inflación.
Con todo, Elypsis estima una variación general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de aproximadamente 1,5% en octubre y otro tanto el mes que viene. Sin embargo, “si entra el aumento de electricidad, noviembre terminará en torno al 2%”, subrayó Zelpo.
De esta manera, con los ajustes tarifarios que faltan en los próximos seis meses (dos rondas de luz y gas, transporte, telefonía móvil y prepagas, por caso), el jefe de Elypsis considera que “va a costar seguir bajando la inflación”, y se hará “paulatinamente”.
La consultora Ecolatina calculó un impacto directo en la inflación de al menos 1,5 punto porcentual con todas las actualizaciones tarifarias entre octubre y diciembre. Sin embargo, lo que aún hoy resulta difícil de medir es la repercusión indirecta que tendrá el incremento en las naftas y el gasoil en los costos logísticos (el transporte, el campo, los alimentos) y las variaciones en la electricidad y el gas sobre los costos industriales, que serían transferidos a los precios finales de los productos.
Por otra parte, el presidente Mauricio Macri justificó ayer la suba de los combustibles líquidos, al remarcar en una conferencia de prensa en la Casa Rosada la importancia de haber logrado “un sistema energético donde se va a pagar lo que el petróleo vale en el mundo”, por lo que estimó que en el futuro el valor del crudo podría llegar a bajar.
No obstante, una eventual baja del crudo a nivel nacional podría afectar seriamente las inversiones petroleras en Argentina, ya que muchas empresas operan apenas por encima del break even en varios pozos maduros.
Macri recordó que cuando asumió, en diciembre de 2015, “el mundo tenía un nivel de la nafta que era mucho más barato que en Argentina” (por el barril criollo), pero al intentar desregular ese mercado e ir al precio internacional se encontró con que las provincias del sur, productoras de gas y petróleo, corrían riesgo de ver afectada su producción y niveles de empleo al no tener un precio sostén que garantizara inversiones y paz social.
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