El objetivo es ubicar a los pacientes infectados en un lugar prefabricado para centralizar los tratamientos.
Las autoridades de Wuhan trabajarán a contrarreloj para construir un hospital especial en tan solo 10 días. El lugar estará habilitado para mil camas y será destinado a los pacientes que contrajeron el coronavirus que hasta el momento ya dejó 26 muertos y más de 800 infectados.
Para acelerar la construcción, se utilizarán modelos prefabricados, lo que además de rapidez, disminuye los costos para el gobierno. Con la creación de este hospital también se busca bajar la presión en las demás clínicas de la zona, que se encuentran desbordadas ante el brote del virus y solo cuentan con elementos -como mascarillas sanitarias y batas quirúrgicas- para los próximos cinco días.
En 2003 se realizó un proyecto similar durante la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudos Severo (SARS) que dejó más de 700 muertos. En ese entonces, en Pekín se construyó una clínica especializada en las afueras al norte de la capital con la ayuda de 7 mil trabajadores.
Aquel hospital fue denominado como “El arca de Noé” y logró reducir la mortalidad de los pacientes infectados en un 1,18 por ciento, y solo murieron ocho enfermos internados.
En tanto, una decena de ciudades se encuentran en cuarentena y hasta se ordenó cerrar parte de la Gran Muralla china con el fin de evitar la propagación del virus. El director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades Gao Fu recomendó además que «la gente tiene que tener cuidado de no participar en aglomeraciones y permanecer en casa lo más posible durante los festejos de Año Nuevo».
