Desde el nosocomio explicaron que el chiquito, que fue tirado por la ventana por el padre para salvarlo, tiene el 5% de su cuerpo quemado y que si bien aguardan su evolución, no estaría en riesgo su vida.
Está siendo observado por el equipo profesional de pediatría para analizar como avanza su estado de salud en las próximas horas.