Barrer la casa para afuera sacando lo viejo, vestirse de blanco, estrenar atuendo, comer uvas y brindar con alcohol son sólo algunos de los rituales más populares para recibir el Año Nuevo. En Australia se sumó la primera celebración con fuegos artificiales y distanciamiento social nulo desde el inicio de la pandemia de coronavirus, y el país ya está en 2022.
Otros eventos en el mismo estado se hicieron con aforo limitado en línea con lo dicho por el primer ministro de Australia, Scott Morrison, que pidió “ejercitar el sentido común” para mantener las precauciones porque la pandemia no terminó.
Así, con el uso de tapabocas y la imposición del distanciamiento social de al menos un metro y medio, el público recibió el 2022 todavía con la variante Ómicron del coronavirus, pero con el alivio de tener el 2021 -y todos sus acontecimientos- en el pasado.
En otros estados de Australia, como Victoria (donde se ubica Melbourne) la temperatura máxima será de 37 grados y las celebraciones por Año Nuevo fueron más restringidas para esquivar un brote de Ómicron: los eventos se hicieron con aforo limitado, entre otras precauciones.
En Queensland, en cambio, se realizó la primera fiesta pública de Año Nuevo desde 2019: una fue a las 20.30 para las familias y la otra, a la medianoche para el público general.
Dado que en esta parte del mundo hay una diferencia de 12 horas con respecto al horario de Australia, en Argentina falta casi la mitad del día para festejar el Año Nuevo, pero hay tiempo de sobra para despedirse del “viejo”.